Por enésima vez, no será la última, ojalá lo fuera, en vísperas de la celebración del Día Mundial de la Prevención del Suicidio que tendrá lugar el sábado 10 de septiembre, durante una hora de radio dos profesionales dedicaron su tiempo y sus conocimientos a hablar en el programa Escaleras de la dependencia de la nueva radio www.labarandilla.org  de este problema que miles de españoles, víctimas inocentes se nos lleva cada año.

El psiquiatra Alejandro Rocamora con más de 30 años de experiencia a sus espaldas como director de un centro psiquiátrico, nos habló de la relatividad de las cifras, pues considera que están distorsionadas generalmente a la baja y hay más de un 15% de los casos en los que no se descubre la realidad.

El INE  nos ha dado como cifras oficiales las siguientes: en el año 2010 fueron 3158, en el 2013 fueron 3870 y en el 2014 han sido 3910. Esto significa que desde el 2010 al 2013 crecieron los suicidios un 22% en España, sin embargo entre el 2013 y el 2014 solo han aumentado un 1%. El Sr. Rocamora indica que en estos últimos años ha habido un cambio de criterio forense en cuanto a la consideración de los casos que se habían de considerar como suicidios.

Como media en España estamos hablando entre 8,9 y 9,1 casos de suicidios por cada 100.000 habitantes, afortunadamente estamos lejos de otros países europeos como Rusia donde alcanzan el 34,3 por 100.000, Hungría 21,2 o Bélgica 17,2. Como ejemplo nos mejoran Chipe con un 5´1 , Italia con un 6,6 o Reino Unido con un 7,3 cada 100.000 habitantes entre otros países. Estas cifras están sacadas de las estadísticas de la OMS.

Retomando nuestras cifras en España cada día se suicidan 10,7 personas, de ellos si se mantiene la proporción que conocemos desde el año 2012 por cada mujer que se suicida lo hacen 3,4 hombres.

Esta desigualdad de cifras por género también se reproduce por comunidades autónomas; pues mientras la media de 8,9 por cada 100.000 españoles que se suicidan, en Asturias se suicidan 13,92; en Galicia 12,09 ; Andalucía 9,63; Cataluña 7,31 ;Extremadura 6,74 siendo Madrid «la afortunada » con solo 5,21 suicidios por cada 100.000 habitantes. Maldita fortuna porque un solo suicidio lo consideramos una tragedia.

Tras este maremágnum de cifras el psiquiatra Rocamora, nos vino a rectificar recordando que el suicidio es a su vez, estigma y enigma. Es un enigma por cuanto una vez la persona se ha suicidado nos quedan un sinfín de preguntas sin responder respecto a las causas que le llevaron a tomar esa decisión. En esas causas hay factores desencadenantes, unos determinantes y otros no.

Es un estigma en nuestra sociedad, nos recordó el Sr Rocamora; desde tiempos de San Agustín cuando la religión cristiano-católica consideró a los suicidas condenados al infierno por el mero hecho de serlo, privados de ser enterrados en campo santo y según costumbres y lugares hasta podían perder sus propiedades que no pasaban a sus herederos legítimos. Incluso todavía hoy, determinadas compañías de seguros para determinados casos según los condicionados de las cifras, no se cubre el fallecimiento si hay suicidio de por medio.

Nos sorprendió el entrevistado cuando en contra de muchas ideas preconcebidas por la mayoría de la sociedad, afirmo que la crisis económica no es un factor que haya incidido en España en un aumento de las personas que se suicidan.

La OMS plantea que entre el 80 y el 90% de los suicidios tienen lugar entre personas que padecen alguna enfermedad mental, sin embargo Rocamora nos previno sobre esta estimación pues si entendemos los trastornos adaptativos también como enfermedad mental podríamos alcanzar esta cifra, pero estos no los considera trastornos mentales a diferencia de la asociación psiquiátrica americana, que tiende a calificar de enfermedad mental a muchos trastornos adaptativos.

El estigma alcanza no solo a la persona que se suicida, sino a los familiares que le sobreviven, tal y como vino a contarnos la psicólogo clínica Doña Dulce Camacho,directora de la Asociación Alaiasuicidio Duelo y autora de un libro que nos habla de los problemas con los que quedan marcados los familiares de una persona que se suicida. Nos dijo «es el duelo más difícil de superar, entre cuatro y seis familiares quedan afectados por un duelo traumático como consecuencia de cada suicidio».  El libro titulado » La pérdida inesperada: El duelo por suicidio de un ser querido» este libro está patrocinado por la Fundación Española de Salud Mental.

Ambos profesionales coincidieron en la conveniencia de hablar en los medios de comunicación de este problema social desde todas sus aristas; porque la pérdida inesperada de un ser querido provoca sentimientos de culpa en quienes les sobreviven y muchas preguntas quedan sin responder durante el largo periodo de duelo que cada familiar sufre. También nos subrayaron la responsabilidad que tenemos los medios de comunicación para saber tratar un tema tan difícil con la suficiente sensibilidad, rigor y profesionalidad.

Francisco Forte.