Forma parte del calendario escolar que cada curso que termina lo hace con jornadas lúdico-festivas para que nuestro hijos hoy, padres mañana, asuman e interioricen la conveniencia de mirar la vida con otros ojos, los de la alegría consciente, que de ello y de sensatez tantas veces nos dan lecciones. Porque no vienen con un manual de instrucciones para que aprendamos a manejarlos, por el contrario, el manual lo llevan incorporado.  Por ello son tan loables iniciativas como las que realiza laFundación TAMBIEN que difunde e incentiva la difusión del deporte, no solo del que aparece en la pantalla de plasma de nuestro salón, sino de tantas otras modalidades como hay adaptadas para distintas capacidades, pero tan divertidas como aquéllas sin aminorar un ápice su emoción y sin incrementar un grado el riesgo, sobre todo si en su inicio se está acompañado por personas que conocen el oficio y la pedagogía de enseñar.

El sábado amaneció con buen tiempo y no por casualidad nos dirigimos al lugar. Ya el día anterior, frente al Congreso, le habíamos prometido a su Directora Teresa Silva y alma máter de esta iniciativa, que le haríamos una visita. Pero la vida siempre proporciona sorpresas.No iba yo con intención de subir a una piragua, pero ya metidos en el lío, ahí me tienen, aprendiendo a remar (mientras me mojaba los pantalones de ir de fiesta). Me perdonará el lector si me confieso: no sé si me vio el monitor, pero cuando estuve en la piragua sentado no resistí la tentación de usar el remo como pértiga para comprobar la profundidad del estanque, cuyos 90 cm. de agua nunca me habrían sobrepasado. ¡Qué tranquilidad!. Si bien estoy contento porque mi compi Amadeo Arribas, con discapacidad igual que yo, pero en su caso intelectual, se mojo bastante más sus pantalones que los míos.

Queríamos conocer si verdaderamente estas jornadas son inclusivas y ambos tenemos claro que si.DSC_0479 (1)

Y ya metidos en el lío, tirar con arco pero con flechas con ventosas en la punta (me imagino que eso tranquilizó a más de uno ya que no noté que se asustara nadie cuando un ciego se puso a tirar con el arco como el resto de los participantes) o jugar a baloncesto en silla de ruedas, era pan comido. He de señalar que el jugador profesional del equipo de baloncesto de Móstoles que hacia de voluntario me sorprendió cuando para ayudarme pegaba golpecitos en el aro para calcular dónde tenia que meter mi pelota. Eso significaba que no era yo el primer ciego que ayudaba a conocer las maravillas de este deporte.

En la web de la Fundación TAMBIÉN podemos leer que durante el fin de semana del 18 y 19 de junio «pintamos de verde el verano» en la fiesta que celebramos en el parque Juan Carlos I y «jornada Divulgativa» de piraguismo, padel, surf y vela con la gran fiesta adaptada gracias al apoyo de IberdrolaDSC_0494 (1)

Pues sí, cuantos ciudadanos se hayan dignado visitar esa zona del parque, habrán podido contemplar el empeño y profesionalidad que han puesto en su cometido los voluntarios trabajadores de IBERDROLA para estar pendiente del último detalle, para evitar que algún riesgo, por imprevisto que pueda parecer, se presente en la jornada.

Pero no parezca que era solo una flor de verano porque ese mismo empeño, dedicación e ilusió lo puso la Fundación TAMBIÉN al completo cuando el pasado 25 de mayo organizó la GRAN FINAL DE LOS JUEGOS INCLUSIVOS para casi 500 escolares de  9 centros de la CAM, juegos que tuvieron lugar en «Puerta de Hierro» bajo el eslogan: «Diversión, compañerismo y superación por encima de barreras».

Si tuviéramos otras tantas instituciones así que se ocuparan del deporte, seguro que en los JJOO nos tocarían más medallas.

Por ahora nos hemos de conformar con apunTAMBIÉN.

Francisco Forte.