El viernes 16 de septiembre de 2016, como es habitual, el Ateneo de Madrid celebró varias actividades. Y como también resulta ordinario, se preocupó por aquellos aspectos tan importantes y trascendentes para nuestro presente y futuro que no suelen ser tratados en muchos foros.Ni tertulias radiofónicas de masas, ni medios de prensa habituales, ni tampoco en los templos de la ciencia, nuestras universidades. Sí, se trataba de abordar un aspecto tan cercano a nosotros, pero que tan lejano queremos ver, como la “Diversidad social, personas con discapacidad y derechos humanos: una cuestión pendiente”.
D.Francisco Vañó, D.Luis Cayo y mi compañero Amadeo Arribas

D.Francisco Vañó, D.Luis Cayo y mi compañero Amadeo Arribas

Auspiciados en esta ocasión por su Sección de Derechos Civiles, el presidente del CERMI (Comité Estatal de Representantes de Personas con discapacidad), D. Luis Cayo Pérez, secundado por otras personas muy cercanas al mundo de la discapacidad misma, ya por tenerla en su persona, ya por proximidad familiar o profesional, conversó durante más de dos horas sobre este aspecto y las consecuencias que conlleva la falta de reconocimiento práctico de esos derechos positivamente (subjetivamente están reconocidos ya en nuestra Constitución).Tras una esquemática pero certera exposición de los derechos reconocidos por la carta de las Naciones Unidas y recogidos por el Derecho positivo español, D. Luis Cayó los comparó con aquéllos ya recogidos en nuestra Constitución bajo el principio de “social, democrática y de derecho” pero resaltando cuantos aspectos no se llegan a cumplir bien por falta del desarrollo normativo correspondiente, bien por falta de las ordenanzas necesarias, por falta de los recursos convenientes o por tratarse de competencias transferidas a las comunidades Autónomas. Por todo ello nos encontramos con distintos grados de desarrollo y la consiguiente desigualdad o agravio entre españoles.Le acompañaba en la mesa y también en el uso de la palabra, el exdiputado D.Francisco Vañó, quien vino a exponer las tremendas dificultades que la falta de accesibilidad de nuestras ciudades impone y obliga a la permanente lucha diaria para poder salir de casa. No obstante, reconoció los grandes avances habidos en los últimos años en este aspecto, tanto en la normativa como en la realidad de la mayoría de nuestras ciudades, advirtiendo que ello se ha conseguido gracias al esfuerzo de muchos que hoy todavía seguimos y otros que nos precedieron, pero sobre todo al esfuerzo conjunto y solidario del movimiento asociativo de las personas con discapacidad.  Un debate sobre nuestros derechos donde también se contó con la colaboración en la mesa de la presidenta de la Confederación Estatal de Personas Sordas, Concha Díaz (CNSE) y el coordinador del Observatorio Estatal de la Discapacidad y profesor de la Universidad de Salamanca, Agustín Huete.

Entre otras personas del mundo de la discapacidad estuvo presente en la sala Neus Anxelu presidente de la Confederación Salud Mental España.Por otra parte, la periodista de la agencia de noticias Servimedia, Beatriz Sancho, hizo un alegato en favor de la mujer con discapacidad, haciendo visible la doble discriminación a que han venido siendo sometidas por discapacitadas y por mujer. Tras escucharla (pena que sus palabras no abriesen hoy todos los telediarios), me parece que nadie volvería a pensar ni a cometer acto alguno de agravio a alguna mujer, discapacitada, o no.

En primera fila el Presidente de PREDIF D. Francisco Sardón y la senadora Dña. Virginia Felipe

En primera fila el Presidente de PREDIF D. Francisco Sardón y la senadora Dña. Virginia Felipe

Hubo seguidamente algunas preguntas entre los más de medio centenar de asistentes, pero merece destacarse las declaraciones de la senadora Virginia Felipe, mujer que vive en primera persona su diversidad funcional desde su silla de ruedas, pero cuyo espíritu de superación y fuerza de voluntad quisiéramos todos para cada uno de nosotros.
Tras dos horas y media de diálogos finalizó el debate con la promesa de los dirigentes del CERMI de volver al Ateneo siempre que haya motivos, que no les van a faltar, para seguir discutiendo de estos temas pero recordando y reivindicando las dificultades de accesibilidad que tiene un edificio del año 1884 y considerado de interés histórico en algunas de sus escalinatasConcluyó el acto pasadas las 10 de la noche pero todavía tuvieron humor para posar en algunas fotos que quedarán de recuerdo en esa docta casa para ser testimonio en tiempos futuros.

He de señalar que en esta jornada había ilustres invitados que saben mucho de accesibilidad. El  exdiputado Francisco Vañó  tuvo que cambiar  la accesibilidad del congreso de los diputados al llegar con su silla de ruedas. Lo mismo ha ocurrido en el senado de la nación, que ha tenido que adaptarse al tomar posesión de su acta la senadora Virginia Felipe.

Francisco Forte | www.labarandilla.org