Cada cierto tiempo los ciudadanos vamos a las urnas en busca de los políticos que mejor nos representan. Es importante valorar las actividades que realizan fuera y dentro de su puesto habitual de trabajo (Ayuntamientos, Diputaciones, Parlamentos, etc) para conocer qué intereses les mueven además de su pasión por la política.Antonio Carmona es una de esas personas que levanta pasiones entre sus seguidores y bastante animadversión entre sus detractores por estar siempre metido en actividades nada acordes con la función de un defensor del ciudadano. 

Sin embargo hemos de señalar que siempre está dispuesto a colaborar en fines de semana con todas aquellas acciones que tengan que ver con la visualización de colectivos de personas con discapacidad. Lo conocimos en el programa de radio Escaleras de la dependencia en dos ocasiones en Radio Libertad, la primera para hablar de las personas con discapacidad intelectual y otro sábado para debatir sobre las personas con enfermedad mental y la falta de empatía de la sociedad a este colectivo.

 

El pasado domingo 16 de octubre acompaño a los manifestantes en Madrid que reclamaban el fin de la privatización de la salud mental en Madrid sumándose a la campaña del 2017 Año de la Salud Mental en España.

 

Carmona sumándose a la campaña "Míranos con otros ojos, queremos quitarnos la máscara"

Carmona sumándose a la campaña «Míranos con otros ojos, queremos quitarnos la máscara»

 Probablemente su familia estaría más tranquila  si estas fiestas de todos los santos (Haloween para los más jóvenes) se hubiera quedado aquí en Madrid en lugar de irse a visitar a los pobres Haitianos que lo están pasando fatal con sus corruptos gobernantes y la dramática situación social y económica por la que atraviesan.

Carmona nos confesaba a través de las redes sociales que la situación de los niños en Haití es dramática estando solamente el 20% de ellos escolarizados, sufriendo múltiples abusos sexuales. Es escalofriante constatar que el 50% de la población infantil ha sufrido al menos una violación. Es una vergüenza para la humanidad confiesa consternado Carmona. Ha podido constatar que el tráfico de niños con la Republica Dominicana es habitual dedicándolos en ese país a la prostitución.

Respecto a la posibilidad de escolarización es casi imposible debido a que el 92% de los establecimientos educativos son privados, teniendo el 1% de la población el 90% del PIB.

En una visita el pasado sábado a una de las zonas devastadas por el terremoto junto a la cooperanteSusana Morales, presidenta de la ONG Familias de Colores, pudieron ver a familias viviendo a la intemperie, niños vagando descalzos entre escombros, escuelas derrumbadas por el huracán  y ayuda que no llega.

Carmona con el Obispo de Les Cayes

Carmona con el Obispo de Les Cayes

  

En su visita al primer Cardenal de la historia de Haití, Monseñor Chibly Langlois, Obispo de Les Cayes, le comentaba que necesitan techos, potabilizadoras y escuelas donde los niños puedan también comer.

El concejal del Ayuntamiento de Madrid insiste, “si no ponemos remedio en pocos meses Haití sufrirá una epidemia de cólera que disparará la mortandad catastrófica con solo el 40% de los niños con servicios sanitarios.”

La directora del Institut du Bein-Etre Social et Recherles de Haití, Arielle Villedrouin le explicaba este fin de semana que en el municipio de Morron se habían detectado 28 casos de niños con cólera.«Esto es un infierno del que es difícil salir. Haití tiene el 70% de la población por debajo del umbral de la pobreza esperando ser devorados por sus dos grandes enemigos, el cólera y la hambruna». Además cuentan con el inconveniente de que el lodo impide las escasas posibilidades de cultivar para alimentarse.

 

El concejal ha dicho que una de las visiones más tristes es ver orfanatos abarrotados y, lo que es peor, cientos de niños sin poder entrar.

 

No sabemos si cuando vuelva Antonio Carmona en estas fiestas de todos los Santos a Madrid, se habrá arrepentido de realizar un viaje tan duro por sus experiencias, pero desde la tranquilidad de nuestros disfraces y visitas a los cementerios, no vemos ninguna solución para esas pobres personas que han tenido la mala suerte de nacer en otra parte del mundo mucho más terrible que nuestra querida España, aún con todos sus problemas políticos y económicos.

 

Gracias Carmona por darnos a conocer la terrible desgracia que es hoy por hoy vivir en Haití, y dar visibilidad a aquello que no nos gustaría tener que comentar, pero que desgraciadamente es real y afecta a personas.

José  Manuel Dolader Poblador

labarandilla.org